Las diferencias entre las escuelas concertadas y las públicas se reducen de manera significativa al considerar el tipo de estudiantes matriculados
Es el resultado de un estudio llevado a cabo por miembros del grupo de investigación de la Universidad de Extremadura, “Economía Pública” (ECOPUB), en el cuál, se evalúa el desempeño de los estudiantes españoles con el objetivo de encontrar las divergencias entre las escuelas públicas y las concertadas
27/10/2015. Es uno de los primeros estudios en el que se mide la eficiencia de las escuelas tomando como unidad de análisis a sus alumnos. Para ello, se utilizaron datos correspondientes a un total de 22.317 alumnos de 737 escuelas de todo el territorio español que participaron en el informe PISA 2009, elaborada por la OCDE. Como explican sus autores, José Manuel Cordero y Rosa Simancas, profesores de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UEx, “se han aplicado técnicas de medición de la eficiencia, estimando dos medidas distintas, la eficiencia de los estudiantes comparándolos con los de su propia escuela, y la eficiencia de los estudiantes comparándolos con la del resto de alumnado de todas las escuelas objeto de estudio”.
Para los investigadores, la principal conclusión que se extrae del análisis de los datos, es el hecho de que la eficiencia o ineficiencia de los colegios privados subvencionados por el estado, (colegios concertados) y los colegios públicos, depende en gran medida de las características de los alumnos matriculados. Así, en este caso, los resultados muestran que los colegios concertados son más eficientes que los colegios públicos, debido fundamentalmente al hecho de que los estudiantes no se distribuyen aleatoriamente entre ambos tipos de escuelas, sino que aquellos que tienen un nivel socioeconómico menor son más propensos a ser matriculados en las escuelas públicas, debido a los mayores costes que supondría asistir a un colegio concertado.
Al valorar la eficiencia o ineficiencia de las escuelas concertadas basándose en el tipo de alumnado se tiene en cuenta el nivel socioeconómico de los estudiantes, aproximado mediante un conjunto de indicadores relativos a la carrera profesional de sus padres o las posesiones culturales en el hogar. Para José Manuel Cordero esto se traduce en el hecho de que, “un estudiante que proviene de un entorno desfavorecido, pero sin embargo tiene un expediente académico medio sería eficiente, pero por el contario, un alumno con un expediente igualmente medio y grandes recursos a su disposición seria ineficiente”.
Además, estos alumnos no son unidades aisladas, sino que cada uno desarrolla su potencial en el contexto de su escuela, por lo que en el estudio se han considerado otras variables a la hora de medir la eficiencia como son los recursos de los que dispone el colegio, como el número de profesores, la calidad de sus infraestructuras o las características de su alumnado.
En este sentido, los resultados revelan que a pesar de que las escuelas concertadas tienen mejores infraestructuras y material a disposición del alumnado, aunque el ratio de profesores es menor que en las públicas, que sí poseen mayor número de profesionales, pero unas infraestructuras menores, por lo que en este caso la eficiencia e ambas suele ser equiparable.