Aumenta la intención de emprender hasta alcanzar el 7,6% según el Informe GEM Extremadura 2020/2021
También disminuye el abandono empresarial un 0,5%. Sin embargo, la Tasa de Actividad Emprendedora en Extremadura desciende un 0,8% hasta situarse en el 4,2%
14/09/2021. La Facultad de Empresa, Finanzas y Turismo de la Universidad de Extremadura en Cáceres ha acogido el acto de presentación del “Global Entrepreneurship Monitor. Informe Ejecutivo 2020-2021. Extremadura”.
En el acto han participado José Luis Coca Pérez, decano de la Facultad de Empresa, Finanzas y Turismo, Ricardo Hernández Mogollón, director Ejecutivo del Proyecto GEM Extremadura, Mari Cruz Sánchez Escobedo, directora Técnica del Proyecto GEM Extremadura, Antonio García Salas, secretario general de la RSEEAP, Real Sociedad Económica Extremeña de amigos del País y Gabriel Álvarez Arroyo, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de la Provincia de Cáceres.
La situación de la actividad emprendedora extremeña se ha estabilizado después del periodo más duro de la crisis económica de 2008, pero no parece que vaya a volver a los niveles premios a la misma (7,5%), muy al contrario, máxime con la nueva situación planteada por la crisis sanitaria del COVID-19 y su durísima repercusión económica.
La Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) en Extremadura en 2020 ha sido del 4,2%, valor que, a diferencia del año anterior, ha sufrido una bajada de 0,8% puntos (aproximadamente un 16%). Esta disminución también se ha visto reflejada en la tasa media de Europa y España, con un 8,1% y 5,2% respectivamente.
En cuanto a las iniciativas de negocios, han aumentado en 0,6 puntos respecto al año anterior, es decir, un 7,6% forman la bolsa de emprendedores que garantizaría la vuelta a la actividad emprendedora una vez se supere la fase de incertidumbre provocada por la COVID-19. Este porcentaje es similar en las empresas consolidadas, las cuales suponen un 7,1% de la población adulta en edad de trabajar frente al 10,3% alcanzado el año pasado. Otro dato positivo es la disminución del porcentaje de abandonos logrando un 1,4%, de los cuales el 1,3% se ha convertido en cierre real y tan solo el 0,1% ha continuado en manos de otras personas al traspasarle el negocio.
El perfil del emprendedor, ha explicado la directora técnica del Proyecto GEM Extremadura Mari Cruz Sánchez, “es un hombre, que aproximadamente tiene entre 40 y 45 años, con Educación Secundaria y con formación emprendedora y nivel de renta alto. Emprende fundamentalmente en zonas urbanas en la provincia de Badajoz y sobre todo en las Vegas del Guadiana”.
Las iniciativas puestas en marcha han creado menor empleo, número de exportaciones y expectativas de expansión a corto plazo. Además, han invertido menos en los sectores de consumo (un 42,4% menos) y extractivo (un 3% menos). Sin embargo, se ha producido un aumento de estas iniciativas en el sector transformador (un 16,6% más), y en el de servicios donde el incremento ha sido muy fuerte respecto al año anterior (108,1% más).
La necesidad sigue bastante presente a la hora de emprender en Extremadura, ya que el 75,5% de los emprendedores han iniciado el negocio para “ganarse la vida porque el trabajo escasea”. Si se agregan dificultades de acceso a la financiación, de hacerse hueco en el mercado creando productos/servicios que en su mayoría son poco o nada innovadores en productos o procesos, con un bajo nivel tecnológico o que se limitan a mercados locales, la probabilidad de supervivencia de estas nuevas iniciativas extremeñas se ve bastante menguada. Prueba de ello es que el 43,4% de los abandonos producido en 2020 han sido porque el emprendedor no ha conseguido hacer su negocio rentable.
Estos abandonos han afectado más a las mujeres (64,3%), a los emprendedores de edades comprendidas entre los 35 y 44 años (28,6%), y entre los 55 y 64 años (35,7%), que tenían estudios de secundaria o superiores (69,3%), con formación específica para emprender (64,3%) y un bajo nivel de renta (<1.200 euros) en el 60,0% de los casos.
El emprendimiento femenino, que había sido superior al de los hombres en 2015, 2016 y 2018, ha vuelto a bajar hasta el 2,5% después de haberse mantenido durante cinco años en unas tasas medias superiores al 5%.