La Clínica Podológica de la Universidad de Extremadura ofrece unos consejos sobre la práctica del running
27/03/2018. Desde hace unos años, la sociedad está más concienciada sobre la importancia de cuidar la salud y cada vez son más las personas que intentan incorporar hábitos de vida saludable y cuidar de su alimentación. En este contexto, hay una práctica deportiva que se ha extendido destacando entre todas las demás y es que parece que correr está de moda.
Bien por estética, por salud o como una vía de escape para desconectar del estrés, ya es habitual ver por las ciudades a muchos de sus habitantes corriendo, rodeando los márgenes de sus ríos o en plena civilización, independientemente de si han practicado antes deporte o no. Una parte muy importante en esta práctica son los pies. Por ello, la Clínica Podológica de la Universidad de Extremadura (CPU), aconseja una serie de pautas a tener en cuenta para no tener problemas en el desarrollo de esta actividad.
Consejos
En los últimos 10 años ha aumentado exponencialmente el número de practicantes del “running” y son muchos los que acuden a la CPU con molestias o lesiones, que tratan desde diferentes puntos de vista: readaptación, terapias físicas, ortesis plantares (plantillas), educación sanitaria o consejos sobre sus zapatillas. Otros, en cambio, acuden antes de lesionarse, para hacer un estudio de su pisada y recibir consejos sobre cómo evitar lesiones. Un aspecto fundamental en este sentido son las zapatillas. Es difícil establecer un tipo o modelo de zapatilla que pueda ser adecuado para todos los corredores. Dependiendo del tipo de corredor que sea, de asfalto, de trail, de corta o larga distancia, de su técnica de carrera e incluso de sus pretensiones; necesitará un modelo u otro de zapatilla. Es habitual que un corredor experimentado tenga al menos tres o cuatro modelos diferentes, para cada tipo de entrenamiento, competición, etc. “Si tuviera que dar un consejo general, para el corredor novato, sería que comprara una zapatilla neutra de calidad, no buscando la más barata ni la más sofisticada del mundo”, señala Alfonso Martínez, responsable de cirugía podológica de la CPU y corredor. Ante cualquier duda, Martínez recomenda acudir al podólogo, para que pueda determinar su tipo y eficiencia de pisada y así poder recomendar la mejor zapatilla para sus expectativas. Existen estudios de marcas comerciales que determinan que la vida útil de una zapatilla va en torno a los 800 km, pero dependiendo del uso, peso y pisada del corredor, pueden aguantar algo más. “Recomendaría que una zapatilla no superara los 1200-1500 km de uso, ya que, aunque por fuera parezcan nuevas, los materiales de la suela y media suela se fatigan y pierden características”, explica este corredor.
Lesiones y peligros
Ya se ha dado la voz de alarma en torno a los peligros de practicar este deporte, sin embargo, Martínez explica que no existe ningún peligro en particular ya que correr es una habilidad del ser humano y como tal, todos podemos correr sin necesidad de aprender previamente, como ocurre en otros deportes. El problema se encuentra en los corredores que empiezan a practicar este deporte de forma excesiva cuando obtienen resultados rápidamente. De hecho, ya han fallecido varias personas en carreras de larga distancia. Esto puede aumentar el riesgo de lesiones y se hace necesario que los profesionales sanitarios traten y guíen a los corredores. Desde la CPU destacan que hay que tener cuidado con esto, y que lo más recomendable es que los corredores se hagan pruebas de esfuerzo para descartar riesgos.
En cuanto a los pies, para casos de carreras de larga distancia, se recomienda una mayor hidratación los días o semanas anteriores a la carrera, para evitar en la medida lo posible la aparición de ampollas o rozaduras. Una ampolla que surja en una carrera puede arruinarla y echar al traste muchas semanas de preparación. Esta es una de las lesiones más frecuentes a nivel dermatológico junto con la aparición de hematomas bajo las uñas. A nivel músculo-esquelético se encuentran la fascitis plantar, dolor en la parte interna del talón, y el síndrome femoro-patelar, que es un dolor en la parte anterior de la rodilla.
Si un corredor presenta un determinado problema en sus pies, aunque parezca menor, es conveniente acudir al podólogo para que pueda determinar su causa y ofrecer la mejor prevención y tratamiento.
Correr descalzo
Últimamente se ha puesto de moda una modalidad dentro del running, correr descalzo. Con respecto a esta práctica: correr descalzo, o con calzado minimalista, es decir, sin protección o amortiguación extra; la CPU señala que tiene la ventaja de fortalecer el pie y por ende tiene el potencial de prevenir lesiones. Aunque hay que tener en cuenta que en muchos casos llevamos 40 años calzados con una protección a veces excesiva, y los pies de los corredores no están preparados para correr descalzos a la primera. En caso de que los corredores quieran dar el salto a correr descalzos, o con calzado minimalista, “es conveniente que mejoren su técnica de carrera y vayan muy poco a poco, para evitar problemas asociados a un cambio demasiado brusco”, explica Alfonso.