Francisco Vaz: “Los psiquiatras estamos entrenados en técnicas de comunicación, de escucha activa y de resolución de problemas”
Entrevista al Decano de la Facultad de Medicina, Francisco Vaz Leal
Durante su toma de posesión como Decano, en el mes de julio de 2016, usted señaló que los principales problemas de la Facultad eran las deficientes instalaciones del Centro y la progresiva jubilación de profesores que no ha sido cubierta. ¿Se han solucionado estos 2 asuntos?
En lo relativo a las instalaciones, la situación mejoró con la puesta en funcionamiento, en septiembre de 2016, del Área Docente del semisótano del Hospital Universitario Infanta Cristina, de modo que actualmente disponemos de tres nuevas aulas completamente dotadas (para los alumnos de tercero, cuarto y quinto curso del Grado en Medicina), así como de dos seminarios, una zona de ordenadores, vestuarios y ocho despachos para profesores. Esto ha permitido descongestionar el resto de las instalaciones. También está en curso el proyecto de construcción del nuevo edificio de la Facultad, promovido desde la Consejería de Educación y Empleo de la Junta de Extremadura, que comenzará con una primera fase centrada en la construcción de aulas y servicios comunes, para abordar en un segundo momento la edificación de las instalaciones departamentales. La situación del edificio principal, y en gran medida también de dos de los anexos, es muy mala, como consecuencia de la edad de los edificios, así como por el hecho de que el edificio principal nunca se diseñó para que acogiese a una Facultad de Medicina, lo que genera muchos problemas en el día a día.
El problema del profesorado es bastante más complejo, difícil de resolver y en gran medida similar al que tienen planteadas otras Facultades de Medicina españolas. Tras un período en el que la reposición de plazas se bloqueó o se limitó de forma dramática como consecuencia de la crisis, se han vuelto a convocar plazas recientemente, aunque a las mismas acceden con extrema dificultad los profesores que deben compaginar su labor asistencial y la labor docente. Los criterios de acreditación de la ANECA no favorecen el acceso a la docencia de los profesionales que tienen que dedicar la mayor parte de su jornada a la práctica clínica. Los criterios de provisión de plazas de titular y catedrático para profesores acreditados tampoco favorecen a este colectivo. Esto hace que se haya tenido que recurrir de forma colateral a proveer las plazas con cargo a la tasa de reposición del Servicio Extremeño de Salud, que por fortuna para nosotros está comprometido intensamente en los problemas de nuestro centro.
También existen problemas, por supuesto, con la plantilla de profesores que no desarrollan actividad clínica, siendo en este colectivo las dificultades de acceso similares a las que tiene el profesorado de otros centros de la UEx.
¿Está satisfecho con el proyecto del nuevo edificio?, ¿Cree que posibilitará en la práctica un modelo real de hospital universitario?
La puesta en marcha del proyecto de construcción del nuevo edificio nos llena de satisfacción, ya que contribuirá a mejorar de forma muy significativa las condiciones para la docencia en nuestro centro y permitirá la aproximación de los alumnos de las tres titulaciones que impartimos (Medicina, Enfermería y Fisioterapia). La construcción del edificio en las proximidades del Hospital Universitario Infanta Cristina facilitará también la docencia práctica, aunque no debemos olvidar que hay otros dos hospitales y numerosos centros de salud y de atención especializada formando parte del Complejo Hospitalario Universitario de Badajoz, y que el resto de los dispositivos asistenciales extremeños están en su totalidad al servicio de la docencia.
¿Han encontrado por fin la Universidad y el Gobierno Regional la fórmula adecuada para paliar la falta de docentes?
Creo que en estos momentos existe un clima de entendimiento recíproco entre la Universidad y la Junta de Extremadura (y en particular con la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales), así como una actitud favorable por ambas partes hacia la Facultad de Medicina. Como señalé antes, el Servicio Extremeño de Salud ha cedido plazas de su tasa de reposición para que pudiesen ser ocupadas por profesores de la Facultad, de tal modo que se ha incrementado la plantilla con siete profesores titulares interinos vinculados y están en curso tres plazas de profesores titulares vinculados. La UEx también ha optado por implicarse activamente en el proceso, como lo demuestra su colaboración en el proceso de provisión de plazas y el hecho de que el nuevo concierto suscrito con la Consejería de Sanidad (que ya ha pasado por Junta de Gobierno) contemple la existencia de una “plantilla horizonte” de profesores vinculados que mejora la del concierto anterior, neutralizando la sangría que se ha producido en los últimos años.
Usted también se ha referido en alguna ocasión a la necesidad de recuperar el prestigio perdido…
Sí; creo que durante mucho tiempo la Facultad tuvo una imagen muy valorada fuera de los límites de nuestra comunidad autónoma y las dificultades anteriormente reseñadas han ido mermándola. Puede que no sea la mejor manera de valorar la calidad de la formación ofrecida por una Facultad de Medicina, pero hoy por hoy los resultados de la prueba de acceso a la formación MIR nos colocan en un mal lugar. Desde la Facultad estamos haciendo lo posible por favorecer la preparación de las pruebas a nuestros alumnos (reduciendo por ejemplo la carga de exámenes teóricos durante el último año). La implantación de la ECOE (Evaluación Clínica Objetiva Estructurada), que se inició el año pasado y que permite la comparación de resultados a nivel nacional en lo referente a adquisición de competencias clínicas específicas, hará posible en el futuro inmediato otro nivel de comparación y aquí quizá podamos tener una imagen más fiel de la capacidad de nuestro centro para formar buenos profesionales. En esta tarea, la mejora de la calidad de los resultados del aprendizaje, estamos embarcados y comprometidos todos los profesores del centro.
¿Le ha servido ser psiquiatra para gestionar mejor un Centro tan importante como este?
No creo que haya influido especialmente. Aun así, creo que los psiquiatras estamos entrenados en técnicas de comunicación, de escucha activa, de resolución de problemas, y es posible que estas estrategias desarrolladas en el plano profesional puedan influir positivamente de cara a la comunicación con los demás, si bien de forma bastante inespecífica. Aunque la gente piensa que los psiquiatras estamos trabajando continuamente y analizando situaciones y personas, no es cierto. A la hora de la verdad nos quitamos la bata y nos comportamos como el resto de los médicos, entre otras cosas porque sería insano estar ejerciendo las veinticuatro horas del día.
¿Se desarrolla investigación en la Facultad de Medicina y en que dimensión?
La Facultad tiene un alto nivel en lo referente a la investigación, tanto en lo relativo a las disciplinas básicas como a las clínicas. Aquí sí que creo que, pese a las dificultades que hemos atravesado y todavía atravesamos, nuestro prestigio no sólo no ha decaído, sino que se incrementa con el paso del tiempo. El secreto: la implicación y el esfuerzo de los investigadores.
¿Por qué nuestra Facultad es la que tiene, entre todas las nacionales, las notas de corte más elevadas para poder estudiar? Por este motivo, ¿se frustran muchas vocaciones?
Posiblemente por las condiciones económicas de nuestra comunidad autónoma. Mientras que para alumnos de otras zonas de España pueden existir opciones de integrarse en un centro más o menos alejado de su localidad de origen, o existe la posibilidad de elegir entre un centro público y uno privado, en Extremadura la elección no es posible para muchas familias y estudiar en Badajoz, viviendo en el hogar familiar o en una ciudad con un coste de vida moderado, es para muchos la única opción. La cuestión de la “vocación” es algo relativo, ya que es difícil orientarse de forma intensa hacia algo que no se conoce. Creo que la imagen del médico está muy bien valorada socialmente y eso contribuye a despertar “vocaciones”, y también a generar frustración en los que no consiguen ver realizado su deseo, lo que no significa, ni mucho menos, que haya que aumentar la oferta de plazas para eliminar el descontento o la frustración; de hecho, este proceso ya ha tenido lugar con la creación indiscriminada de facultades privadas y el resultado está siendo la condena al paro de muchos de los egresados, porque salen de las aulas muchos más alumnos de los que puede captar la oferta laboral.
¿Qué opinión le merece que sean muchos los jóvenes extremeños que tienen que cursar sus estudios en facultades como la salmantina ante esta falta de plazas?
Como he dicho antes, más que falta de plazas en sentido estricto creo que el problema es la falta de planificación y que hay que analizar con sensatez las necesidades de profesionales en los próximos años en nuestro país, acomodando las plazas de ingreso ofertadas a la demanda prevista. Este planteamiento no es exclusivamente mío; lo compartimos todos los miembros de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina de España.
¿Volvería a presentarse a las elecciones de Decano?
Con apenas un año y medio en el cargo, no tengo ante los ojos más que los objetivos que en el equipo directivo tenemos planteados a día de hoy. Ya habrá tiempo de decidir qué hacer dentro de dos años y medio, y por supuesto en ese momento la decisión va a depender de factores que ahora no están presentes, tales como mi propia salud, el grado de consecución del programa que elaboramos en su momento, el apoyo de mis compañeros y el mantenimiento de la colaboración de las personas que hoy me acompañan en las tareas de gestión, sin las cuales se me hace muy difícil pensar en mantener dicha actividad. Cuando opté por presentarme, lo hice perdiendo dinero y complicándome vida, lo que determina que mi apego a la poltrona sea bastante bajo; algo deseable en estos casos, en mi opinión.
El modelo actual de universidad española, ¿es sostenible a largo plazo?
Creo que es sostenible, pero que en el caso concreto de las Facultades de Medicina hay que parar la creación por parte de universidades privadas para centrar los esfuerzos en el fortalecimiento de los centros públicos y en la solución de los graves problemas que tienen planteados.