Una tesis analiza el consumo de drogas en el cine de Pedro Almodóvar

• El trabajo de José Luis Montero Carrero establece relaciones entre los hábitos de consumo de la realidad social española y la representación fílmica
• La tesis estudia además cómo se utiliza el consumo de estupefacientes como elemento narrativo

24/06/2025. La tesis doctoral de José Luis Montero Carrero, titulada “El papel de las drogas en el cine de Almodóvar: reflejo de una época”, examina cómo se representa el consumo de estupefacientes en la filmografía de Pedro Almodóvar. Para ello, ha estudiado 23 películas comerciales de Almodóvar, desde “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón” de 1980 hasta “La habitación de al lado” de 2024. La tesis está dirigida por el profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura, Marcos Pérez López, y por el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Madrid, David Hernández Moreno. Ha obtenido la máxima calificación de Sobresaliente “cum laude”.

El trabajo profundiza en cómo el cine de Pedro Almodóvar representa el consumo de drogas y establece, además, relaciones entre la representación fílmica y la realidad de la sociedad española de la época de producción de cada una de las películas. Además de hacer un repaso por toda la filmografía almodovariana identificando patrones de consumo, el investigador analiza cómo se usa el consumo de estupefacientes como elemento narrativo dentro del discurso fílmico.

José Luis Montero Carrero

La droga aparece en las películas de Almodóvar como un vehículo narrativo para explorar cuestiones más amplias relacionadas con la identidad, la liberación, la búsqueda de placer y las relaciones humanas. La conexión intrínseca entre el uso de drogas y la liberación de inhibiciones ha surgido como un elemento recurrente, revelando capas de significado que trascienden la mera representación superficial.

No existe un patrón en los personajes consumidores de sustancias. La droga aparece como un tema transversal que afecta a todo tipo de personajes y, aunque no dista mucho del consumo real del momento que representa la acción dentro del filme, no busca un efecto documental ni se detiene en ello.

En el cine de Pedro Almodóvar van apareciendo todo tipo de drogas, según van emergiendo en la sociedad española. El cannabis y la heroína en los 80, la cocaína en los 90, y, finalmente, en los 2000, las drogas de diseño y de club. “Al principio de su carrera está presente su vida personal y sus experiencias vitales, en este caso relacionadas con la movida madrileña. La cocaína, el cannabis y la heroína sí tienen un peso importante”, explica José Luis Montero.

Hay que sumar el aumento de los psicofármacos, los calmantes y otras medicinas que van ganando presencia a medida que lo hacen en la vida del director, aquejado cada vez de más dolencias. “Empiezan a aparecer en su cine drogas que son medicamentos, drogas legales, que aunque necesitan receta también se emplean para otros usos no médicos”, señala el investigador.

La presentación de las drogas en el cine de Pedro Almodóvar ha sufrido una evolución evidente a lo largo de su carrera. Si al principio el consumo de sustancias se colaba como elemento de naturalización de la historia, sin olvidar su papel provocador, más tarde se convierte en un elemento narrativo de gran valor como recurso caracterizador de una época concreta o de los personajes con un potente valor simbólico.

Aunque la presencia de las drogas es constante a lo largo de su filmografía, nunca es el tema fundamental del filme. Más bien, su presencia se enmarca en los códigos de verosimilitud y, salvo en contadas ocasiones, el director nunca se posiciona frente a su consumo. Tan sólo la heroína es considerada como negativa. Esta posición viene determinada por sus experiencias vitales que tienen mayor peso que la realidad social del país. “Almodóvar no juzga a sus personajes ni sus comportamientos ni adicciones. Pero con la heroína sí, ya que había tenido experiencias muy negativas con su consumo. Desde el principio identifica la heroína con la muerte, con la degradación física y moral y con aspectos más negativos que con otro tipo de sustancias”, subraya Montero.

La filmografía de Pedro Almodóvar puede llegar a ser una herramienta precisa para analizar y conocer el papel que han desempeñado las sustancias estupefacientes en la sociedad española de las cuatro últimas décadas, aunque la realidad social se presenta filtrada por su experiencia personal.