La participación social es primordial para poner en valor los espacios naturales protegidos
El curso de verano “Algunas claves para un desarrollo rural sostenible” ha abordado temas como el capital social, la perspectiva de género, el turismo y los espacios naturales protegidos. Se ha celebrado del 13 al 15 de septiembre a través del Aula CAVILA
15/09/2023. La preocupación por la despoblación rural, el envejecimiento de la población, la falta o escasa participación ciudadana en la idea de desarrollo, la perspectiva de género, la inquietud por el medio ambiente, los espacios naturales protegidos o la aplicación de estrategias de diversificación económica basadas en el turismo son algunos de los aspectos que han sido tratados en el curso de verano “Algunas claves para un desarrollo rural sostenible” que dirige el profesor Felipe Leco Berrocal, catedrático de Geografía Humana de la UEx. Se ha desarrollado del 13 al 15 de septiembre a través de CAVILA, Campus Virtual Latinoamericano.
El interés por el mundo rural no es nuevo, sin embargo, desde finales del siglo XX ha crecido enormemente fraguándose en políticas de desarrollo rural que, en el caso de la Unión Europea, han tenido un seguimiento importante.
En la actualidad, existe un tenso debate entre la necesidad de proteger la naturaleza o bien de fijar población en los espacios rurales. “Parece que se está buscando un culpable, la protección de la naturaleza, como si fuese la causa de que la población no se mantenga”, indica Leco. Sin embargo, recuerda que el éxodo rural comenzó en la década de los 50 y 60 del siglo pasado en España, cuando entonces no existían los espacios naturales protegidos. “Tenemos un patrimonio natural de un valor incalculable que hay que poner en valor”, destaca el director del curso. “En Extremadura tenemos más de un millón de hectáreas de espacios naturales protegidos, tenemos la oportunidad de ponerlos en valor, realzarlos y hacer que la sociedad pueda convivir y vivir de ello”. Para ello hace falta concienciación y participación social.
Felipe Leco desvela algunos de estos métodos que pueden rentabilizar, a la que vez respetar, los espacios protegidos. “El turismo es una buena opción, pero no la única. Hay otras actividades relacionadas con los aprovechamientos tradicionales que deben ser incluso más importantes: la agricultura familiar, la ganadería extensiva, los productos de alta calidad que generan la agricultura y la ganadería en Extremadura. Hay que poner esos productos en el mercado dándole un marchamo de calidad al ser producidos y elaborados en un espacio natural protegido”. Apunta que “lo sencillo que es que tengamos denominaciones de origen como la Torta del Casar o la Torta de la Serena cuando la mayor parte de las explotaciones ganaderas de las ovejas están insertas dentro de la Red Natura 2000”.
La perspectiva de género en el desarrollo rural también ha ocupado un lugar destacado dentro del programa de este curso de verano. Las funciones que cumplen las mujeres en el mundo rural son invisibles, no cotizan a la seguridad social, pese a la importancia que desempeñan en el mantenimiento de las tradiciones, la cultura, el patrimonio… Las mujeres cumplen funciones productivas, familiares, medioambientales, de conservación incluso de las tradiciones que están en un segundo plano. Pese a que la perspectiva de género está cada vez más inserta en las políticas regionales, nacionales y europeas, es una labor a largo plazo que debe mantenerse y afianzarse en el tiempo.