Una tesis doctoral propone el riego por aspersión y la aplicación de compost de alperujo para mejorar la calidad de los suelos destinados al cultivo del arroz
El trabajo, elaborado por Damián Fernández Rodríguez, plantea alternativas orientadas a hacer sostenible la producción de este cereal
08/02/2021. Utilizar sistemas de riego por aspersión junto a la aplicación de compost de alperujo (subproducto de las almazaras generado durante la extracción del aceite de oliva) mejora la calidad de los suelos destinados al cultivo de arroz. Esta es la principal conclusión de una tesis doctoral elaborada en la Universidad de Extremadura por Damián Fernández Rodríguez y dirigida por los profesores Ángel Albarrán Liso y David Peña Abades.
El estudio está enmarcado en una de las líneas de trabajo del Grupo de Investigación de Gestión, Conservación y Recuperación de Suelos, Aguas y sedimentos de la UEx (GORSAS), junto a miembros del Grupo de Investigación de Agronomía. Estos expertos desarrollan desde hace varios años proyectos que persiguen “salvar” el cultivo del arroz y darle viabilidad medioambiental y económica.
Los resultados logrados en esta tesis buscan una alternativa a la producción de arroz que se realiza bajo métodos de laboreo convencional y sistemas de riego anaeróbicos (inundación), lo que conlleva la realización de numerosas labores con un gran impacto ambiental como la degradación de los suelos, las emisiones de gases de efecto invernadero, la acumulación de metales en el arroz, además de un elevado consumo de agua, lo que hace peligrar la sostenibilidad del cultivo, especialmente en países como España, segundo productor a nivel Europeo por detrás de Italia, donde la disponibilidad de los recursos se encuentra cada vez más restringida, indica el autor de la tesis doctoral.
Entre sus conclusiones, la tesis doctoral destaca que la aplicación de compost de alperujo como enmienda orgánica en los arrozales, aparte de ser una alternativa eficaz para la valorización de este residuo agroindustrial, podría ser una práctica de gestión útil para combatir el calentamiento global, “al potenciar el secuestro del carbono en el suelo tanto en su efecto directo como residual”, apunta Damián Fernandez.
La tesis ha evaluado los efectos generados en los suelos destinados al cultivo de arroz, tras la implantación de diferentes sistemas de riego por inundación y por aspersión, junto a la combinación de técnicas de laboreo y la aplicación de enmienda orgánica (compost de alperujo). Los resultados apuntan a una mejora de la calidad de los suelos, además de afianzarse como una alternativa viable para la producción de este cereal bajo las condiciones del ambiente mediterráneo. Además, según explica el autor, la puesta en marcha de sistemas de riego aeróbico o por aspersión, aplicando siembra directa, puede ser a medo plazo una estrategia eficiente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Investigación a pie de campo
Los resultados de esta tesis han sido obtenidos tras ensayos en condiciones reales de campo durante los años 2015, 2016 y 2017, en una de las zonas de mayor interés a escala nacional para el cultivo del arroz: las Vegas del Guadiana. Los investigadores establecieron seis tratamientos: SD (siembra directa y riego aeróbico); SDC (siembra directa y riego aeróbico con aplicación de compost de alperujo); LC (laboreo convencional y riego aeróbico); LCC (laboreo convencional y riego aeróbico con aplicación de compost de alperujo); LCI (laboreo convencional y riego anaeróbico) y LCIC (laboreo convencional y riego anaeróbico con aplicación de compost de alperujo).
En cada sistema de manejo implantado se analizaron las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, así como la evolución de las mismas en el tiempo. A su vez se realizó un seguimiento anual de los principales parámetros agronómicos y productivos del cultivo, empleados para determinar la viabilidad económica de cada uno de los manejos. Además se determinó la concentración de ciertos metales en los granos de arroz para evaluar su calidad. Por otro lado, los flujos de gases de efecto invernadero (CO2, CH4 y N2O) fueron monitorizados utilizando campanas estáticas durante cada campaña de cultivo.