La tasa de actividad emprendedora en Extremadura se sitúa en el 5,0% en 2019 según el Informe GEM
Se ha presentado este viernes el “Global Entrepreneurship Monitor. Informe Ejecutivo Extremadura 2019”
18/12/2020. El grupo de investigación EMTURIN y la Fundación Xavier de Salas han presentado de manera telemática, presencialmente desde la Facultad de Empresa, Finanzas y Turismo de Cáceres, el “Global Entrepreneurship Monitor. Informe Ejecutivo Extremadura 2019”. Este Informe GEM llega a su decimoséptima edición de manera consecutiva según ha destacado su director ejecutivo en Extremadura, Ricardo Hernández Mogollón. Hernández Mogollón ha avanzado que Juan Carlos Díaz Casero cede la dirección técnica y la asumirá la profesora Mari Cruz Sánchez Escobedo.
La situación de la actividad emprendedora extremeña se ha estabilizado después del periodo más duro de crisis económica del 2008, pero no parece que vaya a volver a los niveles previos a la misma (7,5%), muy al contrario. Máxime, con la nueva situación planteada por la crisis sanitaria del Covid-19 y su durísima repercusión en la actividad económica.
En 2019, la tasa de actividad emprendedora en Extremadura ha sido del 5,0%, teniendo apenas un ligero aumento de 0,1 puntos con respecto al año 2018, lo que ha supuesto un incremento porcentual del 2,0%. Este nuevo dato hace que la media extremeña desde que se inició la recuperación hace nueve años, permanezca en un valor aceptable (5,6%), pero algo menor que el de la media nacional (5,8%).
El ligerísimo ascenso de las iniciativas de negocio viene acompañado de la disminución de las intenciones emprendedoras en 1,7 puntos, que se han quedado en el 7,0%, y de la caída del número de empresas consolidadas hasta el 10,3%. No obstante, también ha descendido la tasa real de cierres efectivos en un 27%, situando la misma en un 1,1%.
Las iniciativas puestas en marcha, han creado menos empleo, exportan menos y tienen menores expectativas de expansión a corto plazo. Han invertido menos en los sectores extractivos (un 43,8% menos) y de servicios a empresas (un 24,8% menos). Incluso, a pesar del aumento de las iniciativas en el sector transformador, el fuerte incremento que se ha producido en el de consumo (un 26,8% más), no fortalece la estructura sectorial de la región.
La necesidad sigue bastante presente a la hora de emprender en Extremadura, ya que el 58,7% de los emprendedores han iniciado el negocio para “ganarse la vida porque el trabajo escasea”. Si a esto agregamos, la dificultad para acceder a financiación por parte del emprendedor, la falta de soporte social y cultura emprendedora, las dificultades para hacerse un hueco en el mercado creando productos/servicios que en su mayoría son poco o nada innovadores en productos o procesos, con un bajo nivel tecnológico o que se limitan a mercados locales; la probabilidad de supervivencia de estas nuevas iniciativas extremeñas se ve bastante menguada. Prueba de ello es que el 53,2% de los abandonos se han producido en 2019 han sido porque el emprendedor no ha conseguido hacer su negocio rentable.
Estos abandonos han afectado más a las mujeres (63,6%), a los emprendedores de edades comprendidas entre los 45 y 64 años (66,6%), que tenían estudios superiores o de postgrado (52,6%), con formación específica para emprender (77,8%) y un bajo nivel de renta (<1.200 €) en el 52,9% de los casos.
El emprendimiento femenino, que había sido superior al de los hombres en 2015, 2016 y 2018, ha vuelto a bajar hasta el 4,3%, después de haberse mantenido durante cinco años en unas tasas medias del 5,3%.