La UEx realiza un estudio íntegro sobre los riesgos naturales en Extremadura
Una tesis doctoral de la UEx señala cuáles son los riesgos naturales que con mayor o menor incidencia se producen en la región, destacando las olas de calor, las inundaciones y los incendios forestales. Además, pone el foco de atención en la percepción que la ciudadanía tiene de ello, factor esencial en la prevención des estos fenómenos que generan un importante impacto económico y social en Extremadura
16/07/2020. Conocer los riesgos naturales y anticiparse a ellos constituyen la mejor prevención. Esta es una de las principales conclusiones de la tesis doctoral de Enrique López Rodríguez, doctor por la Universidad de Extremadura y graduado en Geografía y Ordenación del Territorio. En su tesis doctoral, Impacto social y percepción de riesgos naturales en Extremadura, el objetivo de Enrique López ha sido “inventariar la fenomenología del riesgo en Extremadura, así como investigar la percepción social ante los riesgos naturales, con el objeto de establecer un marco de referencia de los fenómenos de la naturaleza con componente de riesgo en la región”.
El trabajo de investigador supone un estudio generalizado en el ámbito de los riesgos naturales en toda Extremadura, lo que supone una valiosa aportación científica para paliar las posibles incidencias dañinas que estos riesgos pudiesen causar, ya que “pese a que sí existen multitud de aportaciones enfocadas a fenómenos concretos y áreas concretas, no se encuentran publicaciones de corte integral que traten los riesgos naturales de forma generalizada para la región, como sí existen en otros territorios de España”, declara el experto.
Y los riesgos naturales son algo que Extremadura debe tener en cuenta. Los datos aportados por el Plan Territorial de Protección Civil (PLATERCAEX) sitúa a la comunidad con un índice de probabilidad de sufrir riesgos naturales entre medio y alto, con una frecuencia de entre 10 y 100 años, especialmente incendios forestales, sequías e inundaciones.
Dado que el territorio es transformado por el ser humano para vivir en él de forma óptima, no puede pasar por alto qué probabilidades tiene de sufrir graves consecuencias derivadas de fenómenos meteorológicos. Cuanto más vulnerable es un territorio, más peligrosas son las incidencias de los riesgos naturales. “Los riesgos naturales forman parte de la realidad de todo sistema territorial. Es por ello por lo que en las políticas de ordenación territorial deben tenerse en cuenta aspectos relacionados con los riesgos: diagnóstico y prevención, gestión de riesgos, mitigación y gestión de los efectos sobre el medio y las personas”, explica el investigador de la UEx. “Las modificaciones territoriales siempre traen consigo una serie de consecuencias o impactos. Es clave disponer, a la hora de ejercer cualquier tipo de intervención territorial, de toda la información (veraz y objetiva) para tener muy en cuenta cada una de estas potenciales consecuencias”.
Afrontar económicamente el impacto de los riesgos naturales es muy costoso, siendo más eficaz la inversión en prevenirlos que en paliarlos. El estudio de Enrique López da útiles herramientas para contribuir a ello, especialmente los datos referidos a la percepción que los extremeños tienen de los riesgos, fundamentales para crear una conciencia colectiva que permita el conocimiento del entorno. De ellos se extrae que casi el 70% de la población extremeña considera que en su entorno es posible la ocurrencia de un fenómeno natural adverso, o que sus principales fuentes de información sobre esta materia son la televisión e Internet. “Si dejamos que el conocimiento acerca de nuestros territorios, y más concretamente, los riesgos potenciales, no penetre a través del ejercicio perceptivo, jamás tendremos una población consciente, que, a fin de cuentas, es la mejor arma para eliminar la vulnerabilidad y exposición en la ecuación del riesgo”, concluye Enrique Enrique López.
Los mayores riesgos para Extremadura son las olas de calor, las inundaciones y los incendios forestales. Aunque la región “dispone de un completo abanico de planes territoriales y sectoriales relacionados con la prevención y mitigación de los riesgos”, están “más orientados quizás a la propia gestión de situaciones de emergencias que al entendimiento y comprensión de la fenomenología natural, la cual permite y garantiza una auténtica prevención de riesgos”, advierte el investigador.
De acuerdo con el estudio, el hecho de la existencia de normativas y planificación encaminada a la prevención y reducción de riesgos y desastres, no repercute en un mayor conocimiento de los fenómenos naturales adversos por parte de la población, cuyo grado de percepción-concienciación vendrá determinado por la experiencia personal, el miedo, el conocimiento a través de otros, los medios de comunicación, etc., por lo que “la prevención de los riesgos naturales en Extremadura pasa por la cooperación de toda la ciudadanía en todos los niveles: desde los gubernamentales hasta los educativos, pasando por los medios de comunicación y la implicación ciudadana”, afirma Enrique López.