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El uso de redes sociales supone una oportunidad para aumentar las ventas en las pequeñas y medianas empresas de alimentación

22 de enero de 2020

La reducción de márgenes comerciales es otro de los beneficios derivado del uso de estas herramientas, según se desprende de un estudio de la Universidad de Extremadura

 

22/01/2020. En el actual contexto de globalización y creciente competencia, las pequeñas y medianas empresas deben buscar herramientas que les ayuden a adaptarse y a compensar sus deficiencias. Esta situación es aún más difícil en el sector agroalimentario, con un tejido empresarial fragmentado y con productos perecederos. En este contexto y ante esta necesidad, se ha desarrollado un nuevo estudio en la Universidad de Extremadura: “Las redes sociales como una nueva herramienta para el marketing en línea de los alimentos”, realizado por Ahmed Elghannam, titulado en Ingenierías Agrarias por la Universidad de Alejandría (Egipto). La tesis está dirigida por Francisco Javier Mesías Díaz, catedrático de la UEx del Departamento de Economía Aplicada de la Escuela de Ingenierías Agrarias y co-dirigido por Miguel Escribano Sánchez, profesor titular de la UEx de Producción Animal de la Facultad de Veterinaria.

La investigación pone de relieve que el amplio uso de las tecnologías de la información y la comunicación, y sobre todo de las redes sociales, pueden abrir oportunidades para las pequeñas y medianas empresas de alimentación.

Actualmente, los consumidores españoles compran alimentos en diferentes tipos de establecimientos, principalmente a través de las cadenas tradicionales/largas, como es el caso de los supermercados. Sin embargo, hay consumidores que siguen buscando relaciones más directas con los productores de alimentos para conocer el origen de sus productos y el modelo de producción, lo que se consideran cadenas cortas de suministro. Es ahí donde existe una oportunidad para tratar directamente con los consumidores. Así, el enorme aumento en el uso de las redes sociales ofrece a los productores el potencial para crear nuevas cadenas cortas, directamente con el cliente, para promocionar y vender sus productos de manera rápida, directa y de bajo coste. Los beneficios de las redes sociales en este sentido son varios: pueden contribuir a reducir los márgenes comerciales favoreciendo la venta directa; y pueden facilitar la identificación del perfil de los clientes, sus preferencias y la forma en que perciben ciertos productos.

El estudio pone de manifiesto que, aunque los consumidores puedan ser reacios a comprar comida online, algunos productos que no requieren cadena de frío para ser entregados o que no se ven afectados por el transporte (conservas o chocolates) podrían ser los más adecuados para su compra online. Sin embargo, puede considerarse que es sobre todo en productos perecederos donde las pequeñas y medianas empresas agroalimentarias pueden diferenciarse y agregar valor a sus productos.

Percepción del consumidor

Esta tesis también ha estudiado las percepciones de los consumidores ante esta herramienta de venta en el sector agroalimentario. De los encuestados, 209 en total, el 51% estaría dispuesto a comprar a través de redes sociales donde apenas haya intermediarios. Las razones que les pueden motivar para comprar alimentos a través de estos canales son: tener confianza en el productor, tener una buena experiencia en compras anteriores, que los productos dispongan de una garantía de calidad y unos precios competitivos.

Otro de los resultados está relacionado con el servicio de entrega, ya que los consumidores consideran que los sistemas de entrega eficientes son cruciales para poder aceptar este tipo de compras en línea. Los resultados también destacan el papel de las recomendaciones de amigos (boca a boca). Por otro lado, la desconfianza en las garantías sanitarias y la calidad del producto, así como el desconocimiento y la falta de confianza en el proceso de la compra, fueron los obstáculos más mencionados por los encuestados.

Además, el estudio muestra que los consumidores estarían dispuestos a comprar una amplia gama de productos alimenticios, especialmente aquellos con una vida útil larga y alimentos procesados tales como legumbres, arroz, pasta, mermelada, miel, azúcar, etc. Con respecto a los productos alimenticios de origen animal, se aprecia que la disposición a comprar a través de las redes sociales es mucho más baja que para alimentos de origen vegetal. Por otro lado, las frutas y verduras, el pescado y los productos lácteos son las categorías más mencionadas que los consumidores no estarían dispuestos a comprar por estos medios.