Política de Cookies

El sitio web de la Universidad de Extremadura utiliza cookies propias y de terceros para realizar análisis de uso y medición del tráfico, así como permitir el correcto funcionamiento en redes sociales, y de este modo poder mejorar su experiencia de navegación.

Si desea configurar las cookies, pulse el botón Personalizar Cookies. También puede acceder a la configuración de cookies en cualquier momento desde el enlace correspondiente en el pie de página.

Para obtener más información sobre las cookies puede consultar la Política de cookies del sitio web de la Universidad de Extremadura.

Personalización de Cookies

El sitio web de la Universidad de Extremadura utiliza cookies propias y de terceros para realizar análisis de uso y medición del tráfico, así como permitir el correcto funcionamiento en redes sociales, y de este modo poder mejorar su experiencia de navegación.

Para obtener más información sobre las cookies puede consultar la Política de cookies del sitio web de la Universidad de Extremadura. También puede acceder a la configuración de cookies en cualquier momento desde el enlace correspondiente en el pie de página.

A continuación podrá configurar las cookies del sitio web según su finalidad:

  • Análisis estadístico

    En este sitio se utilizan cookies de terceros (Google Analytics) que permiten cuantificar el número de usuarios de forma anónima (nunca se obtendrán datos personales que permitan identificar al usuario) y así poder analizar la utilización que hacen los usuarios del nuestro servicio, a fin de mejorar la experiencia de navegación y ofrecer nuestros contenidos de manera óptima.

  • Redes sociales

    En este sitio web se utilizan cookies de terceros que permiten el correcto funcionamiento de algunas redes sociales (principalmente Youtube y Twitter) sin utilizar ningún dato personal del usuario.

Hallan la proteína que aumenta el riesgo de padecer alzhéimer en personas diabéticas

29 de diciembre de 2017

Investigadores de la Universidad de Extremadura han observado que inhibiendo la proteína JNK logran ralentizar el proceso degenerativo de la muerte neuronal en neuroblastomas humanos

 

29/12/2017. Las personas que padecen diabetes mellitus tienen un mayor riesgo de desarrollar alzhéimer. El aumento de solutos (hiperosmolaridad) debido a la hiperglucemia es la principal razón por la que estos pacientes crónicos tienen una mayor probabilidad de desarrollar esta enfermedad neurodegenerativa.

Es cierto que por el momento no se conocen los mecanismos exactos que expliquen esta relación.  Sin embargo, desde la Universidad de Extremadura, el grupo de investigación liderado por Francisco Centeno ya había logrado demostrar que la mayor cantidad de solutos circulantes en el plasma sanguíneo de estos enfermos estaba  muy implicada en la muerte neuronal.

“Que las células estén rodeadas por soluto circulante,  en el sistema nervioso, significa que estas se mueven en un contexto donde hay muchas más moléculas disueltas de lo que podría considerarse normal. En este entorno, la célula pierde agua, sufre un proceso de hiperosmolaridad que activa la actividad de caspasa-3 y que promueve la alteración de la proteína Tau, principal sello patológico de la enfermedad de Alzheimer”, ha contextualizado el profesor Centeno.

Tras este primer descubrimiento, que fue desarrollado en coordinación con el Centro Nacional de Biotecnología, este equipo de científicos extremeños ha seguido trabajando en el estudio de proteínas relacionadas con este proceso de muerte neuronal y ha llegado a un nuevo hallazgo. Concretamente, ha logrado demostrar que la quinasa JNK es la verdadera responsable de esta activación de la apoptosis neuronal.

Así lo ha destacado Centeno, quien explica que este descubrimiento supone una nueva diana para proteger del daño celular al que se ven sobreexpuestas las personas con diabetes tipo 2. “En laboratorio inhibimos esta proteína y observamos que JNK es la responsable de la activación de la caspasa-3 y la proteólisis de Tau. Por lo tanto, si anulamos esta quinasa frenamos el deterioro de las neuronas, cuyo proceso degenerativo se  ve ralentizado y bloqueado”.

El segundo paso, tras este nuevo descubrimiento, sería hallar fármacos que inhiban químicamente a esta quinasa. “Ahora mismo los inhibidores de la JNK son péptidos, pequeñas proteínas y eso no es una buena estrategia farmacológica. No es un buen fármaco. Lo que habría que hacer ahora es buscar inhibidores químicos que accedan al sistema nervioso para paliar el efecto de la hiperosmoralidad prolongada en enfermos de diabetes tipo 2. Pero, para ello, deben ser capaces de atravesar la barrera hematoencefálica. De otra manera, al ingerirlo, estaríamos anulando la proteína JNK en todo el cuerpo y eso traería otras consecuencias negativas para la salud”.

El trabajo ha sido publicado en la revista científica Archives in Biochemistry and Biophysic.