El uso de células madre en mallas quirúrgicas disminuye el proceso inflamatorio
Es el resultado principal de una tesis de la UEx que plantea estrategias alternativas para mejorar el efecto terapéutico de las células madre adultas
03/03/2017. Encontrar nuevas aplicaciones en el uso de células madre se ha convertido en los últimos tiempos en un objetivo fundamental como herramienta terapéutica para el tratamiento de diversas patologías.
Una de estas aplicaciones, explica Rebeca Blázquez, autora de la tesis “Desarrollo y estudio del potencial inmunomodulador de tres novedosas estrategias para la aplicación de la terapia celular”, consiste en “combinar células madre adultas con materiales utilizados normalmente en cirugía, en este caso mallas quirúrgicas, con el objetivo de evitar o al menos disminuir el proceso inflamatorio que éstas provocan habitualmente y favorecer la correcta integración del material en el organismo”. De esa manera, añade la investigadora, “a través de esta combinación, las células madre son capaces de modular la respuesta que el cuerpo tiene contra el agente extraño, de tal forma que no se produce una reacción tan exacerbada contra el paciente, disminuyendo así los efectos adversos”.
Para ello, los investigadores han estudiado la reacción que se desencadena en el organismo tras la implantación de una malla quirúrgica, mediada por los macrófagos, células del sistema inmunitario que se localizan en los tejidos y que tienen dos fenotipos principales: uno desencadena una respuesta inflamatoria fuerte y otro regula este proceso, mostrando una acción anti-inflamatoria y pro-regenerativa. Generalmente, cuando las mallas convencionales se implantan, estos macrófagos expresan el perfil pro-inflamatorio, promoviendo la inflamación. Sin embargo, la utilización de las células madre en combinación con las mallas permite revertir el fenotipo hacia la forma anti-inflamatoria y hacer que la reacción ante el agente extraño sea mucho más leve.
Para desarrollar estas mallas recubiertas de células, los investigadores han realizado un proceso de modificación sobre el material quirúrgico para que las células puedan adherirse mejor a ellas. Además, el estudio también ha permitido comprobar la posibilidad de criopreservar el producto en nitrógeno líquido para una mayor facilidad de aplicación en la clínica. Así, afirma la investigadora, “es más fácil y rápida su utilización, pues el material ya estaría preparado y almacenado, de tal forma que podría usarse de manera inmediata cuando fuera necesario”.
Esta investigación ha conseguido además un accésit del premio de la fundación de la Real Academia de Medicina de Sevilla a publicaciones científicas 2016.