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Un curso de la UEx enseña la importancia de la citometría de flujo en el campo de la microbiología

26 de octubre de 2016

Se trata de la segunda edición del curso internacional de verano “Aplicaciones de la citometría de flujo al estudio de las enfermedades infecciosas”

 

26/10/2016. El pasado lunes 24 de octubre Google nos recordaba que era el 384 aniversario de Leeuwenhoek, quien tiene el honor de haber pasado a la Historia como la primera persona que observó los microbios con un microscopio. Su nombre era Antonie van Leeuwenhoek y era de nacionalidad holandesa. Aunque su oficio en nada tenía que ver con la ciencia, era un comerciante de telas en la ciudad de Delft en Holanda, llevaba la microbiología en sus genes. De este modo, fue capaz de inventar el primer microscopio, por aquel entonces un mecanismo muy rústico que fue perfeccionando y que le permitió observar por primera vez bacterias y microorganismos. Con esta curiosa efeméride ha coincidido la celebración de la segunda edición del curso internacional de verano de la Universidad de Extremadura, Aplicaciones de la Citometría de Flujo al Estudio de las Enfermedades Infecciosas, una formación que tiene mucho que ver con las investigaciones de Leeuwenhoek, pues también está enfocada al campo de la microbiología y al estudio de esos seres vivos invisibles al ojo humano.

Dirigido por Agustín Muñoz Sanz, médico experto en patologías infecciosas del SES (Servicio Extremeño de Salud) y por Alberto Álvarez Barrientos, responsable del servicio de Técnicas Aplicadas a las Biociencias (UEx), el curso busca presentar las últimas novedades en la detección de microorganismos, así como conocer las aplicaciones de la Citometría de Flujo en (CDF) la Microbiología Clínica. Uno de sus puntos fuertes es que los participantes van a poder conocer durante las jornadas de prácticas (26 y 27 de octubre) el manejo de un citómetro de flujo, así como recoger y analizar muestras. De este modo, trabajarán in situ el papel de citometría de flujo en el uso de los antimicrobianos, así como el estudio de los microorganismos por este método analítico, examinando desde bacterias hasta algas, levaduras o virus. También visitarán la Unidad de secuenciación masiva (relacionado con la lectura del genoma humano) y se les explicará su funcionamiento.

Durante la inauguración del curso, tanto sus directores como el vicerrector de Estudiantes y Empleo, Ciro Pérez Giraldo, quien impartió la charla “El laboratorio de microbiología en el siglo XXI: nuevos métodos para el análisis de viejos problemas”, incidieron en la importancia de que los microbiólogos estén despiertos ante los nuevos avances en su profesión. Parafraseando a Charles Darwin, Ciro Pérez, médico de profesión, transmitió a los alumnos que un microbiólogo no es aquel que más sabe sino el que mejor ha sabido adaptarse al cambio. En su opinión, la microbiología ha evolucionado muchísimo y han surgido nuevos aparatos que se están volviendo bastante comunes en los laboratorios, como el E-MALDI-TOF que se basa en la espectrofotometría de masas, y que permite identificar rápidamente los microorganismos mediante el método de la huella peptídica (técnica analítica de identificación de proteínas). Pérez hizo hincapié en su charla en la divulgación de estos aparatos pero también recordó la importancia de un análisis microbiano más tradicional, a su juicio, algo imprescindible para los alumnos de este campo.

Aplicaciones en la medicina de la citometría de flujo

Alberto Álvarez Barrientos fue el encargado de explicar a los participantes en qué consiste la citometría de flujo (CDF) y su aplicación en el diagnóstico de las enfermedades infecciosas. Este método analítico basado en la fluorescencia permite la medición rápida de ciertas características físicas y químicas de células o partículas suspendidas en líquido. Con él, según Álvarez se puede analizar casi todo desde parámetros nucleares, hasta proteínas o enzimas.

La CDF empezó a desarrollarse a partir de mediados de los años 60-70, y en sus inicios se empezó a estudiar en la práctica médica relacionada con la hematología. Como explica Álvarez, originalmente era un método muy circunscrito a la investigación académica, pero a partir del año 82 se popularizó muchísimo. El acontecimiento mundial que provocó que se hiciera más conocido  la rápida propagación de una enfermedad tan brutal como el SIDA.

Cabría destacar que las aplicaciones de la citometría de flujo son numerosas, lo cual ha permitido el empleo de estos instrumentos de manera amplia en los campos, tanto de la investigación biológica como médica.

A lo largo del curso se han tratado aspectos como las aplicaciones prácticas de la CDF en el estudio de la patología infecciosa animal, o la importancia de la secuenciación masiva y CDF en la detección temprana de nuevas enfermedades infecciosas. Han intervenido entre otros expertos el doctor Enrique O’Connor Blasco (Universidad de Valencia), para abordar las aplicaciones prácticas de la CDF en el estudio de la patología infecciosa humana, o Alexander Adán, del laboratorio Miltenyi Biotech, quien habló de la caracterización y aislamiento de microvesículas por CDF.