Investigadores en Biología de la Conservación diseñan un protocolo científico para el seguimiento de aves a través de drones
La técnica permite ahorrar tiempo en la toma de datos de campo a la vez que mejora la eficacia metodológica de los estudios. Ha sido realizada de la mano de la empresa extremeña SIGnatur
El Grupo de Investigación en Biología de la Conservación (G.I.C) de la Universidad de Extremadura ha llevado a cabo un proyecto de innovación tecnológica que permitirá, a partir de ahora, utilizar drones en diferentes estudios ornitológicos.
Básicamente, de lo que se ha encargado este equipo de expertos de la UEx, a petición de la consultora ambiental SIGnatur: Soluciones Innovadoras para la Gestión de la Naturaleza, es de validar científicamente una serie de técnicas y protocolos para realizar el seguimiento de parámetros poblacionales de diferentes especies de aves mediante vehículos aéreos no tripulados.
Para ello, como ha explicado el coordinador del grupo de investigadores, Juan Manuel Sánchez Guzmán, en el G.I.C, los expertos han contrastado los datos recopilados mediante el uso de técnicas tradicionales con los obtenidos a través de esta otra metodología de índole tecnológica.
Así, señala Guzmán “con el apoyo de herramientas estadísticas” se han testado ambas técnicas y han corroborado cómo el dron se perfila como una herramienta muy efectiva a la hora de estudiar los censos poblacionales de las aves.
Sin duda, los resultado obtenidos apuntan a que el uso del dron, aplicado al estudio de determinadas especies ornitológicas, es un instrumento de enorme potencial ya que permite reducir los tiempos de trabajo a la vez que facilita la toma de datos de campo, mejorando en muchas ocasiones los obtenidos mediante técnicas tradicionales.
“Es una forma mucho menos invasiva de acceder a estas especies. Para que nos hagamos una idea, nosotros llevábamos años estudiando los nidos de Buitre Negro. Pues bien, en una jornada de trabajo tradicional lo habitual es que lográramos visitar una media de 5 ó 6 nidos. Sin embargo, si empleamos este dron, siempre bajo los parámetros que hemos estipulado, podemos llegar a 25 ó 30 nidos y observarlos a pocos metros con el dron, permaneciendo el observador a una distancia de 500 metros”, ha aclarado Guzmán.
Además, más allá de avalar la validez de esta tecnología en cuanto a tiempo, repetitividad, costes y esfuerzo de muestreo, el dron ha demostrado tener otra serie de ventajas.
De hecho, para el investigador de la UEx Francisco Santiago Quesada esta otra forma de trabajo facilita la toma de datos en colonias de aves situadas en lugares de difícil accesibilidad. “Ahora podemos llegar a lugares a los que antes nos era casi imposible y esto abre nuevas vías de investigación, por ejemplo, para conocer ciertos aspectos en el comportamiento de las aves”, ha dicho Santiago.
Se ha puesto de manifiesto el escaso impacto que tiene el dron en estudios ornitológicos para un importante número de especies y situaciones diferentes.
El estudio se centró concretamente en tres grandes grupos de aves de gran importancia en Extremadura, como son las aves coloniales, esteparias y acuáticas. En total se realizaron más de 122 vuelos que aportaron un total de 5,5 horas de grabación de vídeo y la toma de casi 17.000 fotografías aéreas. Se estudiaron mediante el uso del dron 26 especies diferentes de aves, llegando a contabilizarse miles de individuos distribuidos en numerosos bandos.
Un estudio en bloque
Para lograr todos estos datos, que pronto verán la luz como artículos científicos, el estudio se dividió en tres grandes bloques.
La primera parte del proyecto se centró en la validación de la metodología para el seguimiento de la fenología reproductora de aves nidificando en lugares de complicada detectabilidad. Para ello, tomaron como especie modelo a la Cigüeña Blanca.
Posteriormente, el estudio se centró en el uso de los drones para el seguimiento de nidos de aves coloniales como son Pagaza, Cigüeñuela, Canastera, Charrancito y Chorlitejo.
Igualmente, se establecieron los protocolos y las técnicas para la localización y seguimiento con el dron de nidos de grandes aves esteparias como el Aguilucho Cenizo, comparándolos con los tiempos y la eficiencia de los métodos tradicionales.
En segundo lugar, se comprobó la capacidad de identificación de las diferentes especies de aves según las alturas de vuelo y las metodologías utilizadas. Asimismo, se estudiaron los diferentes comportamientos y las posibles molestias causadas por la presencia del dron a diferentes alturas, velocidades, distancias y ángulos de vuelo.
Por último, y haciendo uso para ello de los resultados obtenidos en los experimentos anteriores en cuanto a la metodología idónea del uso del dron para cada especie, se realizó un estudio comparativo de los datos obtenidos en censos reales realizados mediante la metodología tradicional por una parte, y mediante el uso de drones por otra, para comparar variables como el tiempo empleado en cada caso, las necesidades y costes logísticos, la efectividad y la repetitividad. Estos censos se realizaron en distintos escenarios como son colonias de ardeidos, arrozales, embalses y pastizales, entre otros.
Transferencia tecnológica en el campo ornitológico
Con todo, el Grupo de Investigación en Biología de la Conservación (G.I.C) de la Universidad de Extremadura ha logrado poner a punto el proyecto tecnológico titulado “Drones en ornitología: tecnología para facilitar seguimientos poblacionales y reproductores. Estudio de su aplicabilidad y efectividad”. Se trata de un vale Tecnológico TIC concedido por AVANTE del Gobierno de Extremadura en la convocatoria del Plan de Innovación en la PYME RIS3 – AGROTECH y que ha servido, una vez concluido esta primera fase, para potenciar el grado de competitividad de esta entidad extremeña: SIGnatur.
Oscar Uceda Tolosa y Elsa Martín de Rodrigo López, de SIGnatur, han destacado en este sentido que “gracias al trabajo desempeñado en colaboración con la UEx se enfrentan ahora al mercado con una herramienta rigurosa para desarrollar trabajos de este tipo”.
“El dron está de moda, lo utilizan los amantes del vídeo, de la fotografía, de la naturaleza, pero como herramienta de trabajo para censos es necesario el conocimiento científico y comprobado acerca de todos estos parámetros. Nosotros ahora estamos preparados para aplicar estos resultados con el máximo rigor en todos los trabajos que nos soliciten”, ha explicado Uceda.
A este respecto, Guzmán ha subrayado que, además, esta colaboración es ejemplo de cómo llevar a cabo el proceso de investigación, desarrollo e innovación y transferir el conocimiento generado en los laboratorios a la sociedad.