Reflexiones sobre la cooperación para el desarrollo en un curso en Montánchez
Hoy finaliza en la localidad cacereña de Montánchez un curso internacional de verano de la Universidad de Extremadura que ha permitido conocer y analizar las propuestas contemporáneas en materia de cooperación y desarrollo. Todo ello desde un prisma antropológico social y cultural
06/07/2016. Cuenta Miguel Ángel García, director regional de Acción contra el Hambre para Centroamérica, que de forma tradicional tendemos a pensar que el desarrollo es igual a crecimiento económico. En su charla dentro del curso de verano “Antropologías del desarrollo. Diálogos contemporáneos en Iberoamérica” ha transmitido a los participantes la necesidad de que los actores implicados en la cooperación para el desarrollo se replanteen esa fórmula y opten por un modelo de crecimiento que apueste por la innovación. Un modelo, dice García, que trabaje con el conjunto de la comunidad y que en la línea de lo formulado en su día por el Nobel de Economía, Amartya Sen, sea un proceso que amplíe las capacidades de las personas y permita liberar el potencial de cada ser humano. Solo así y citando de nuevo al filósofo y economista bengalí, el pueblo tendrá más opciones y por tanto, una mayor libertad.
A través de ejemplos muy gráficos, el representante de Acción contra el Hambre ha explicado cómo es posible innovar en las acciones de cooperación para el desarrollo y ayuda humanitaria. Se puede innovar en el modo de organizarse, como el caso de la oenegé Alianza por la solidaridad conformada por tres entidades que han unido sus fuerzas (Solidaridad Internacional, Habitáfrica e ICADE). También está la opción de innovar con un producto, como el alimento Plumpy Nut, una pasta alta en proteínas realizada a base de cacahuetes que debido a su facilidad de uso ha logrado tratar la malnutrición infantil en el propio hogar, sin la necesidad de que las familias afectadas se trasladen a ningún centro terapéutico.
Miguel Ángel García ha sido uno de los ponentes de este curso de verano patrocinado por el CEXECI (Centro Extremeño de Estudios y Cooperación con Iberoamérica) y dirigido por los doctores universitarios en antropología, Julián López García (UNED) y Lorenzo Mariano Juárez (UEx). En palabras de Julián López, con la realización de este foro se ha querido “proponer una reflexión interdisciplinar sobre cómo modificar, si cabe, la cooperación con pueblos en vía de desarrollo, con países que están en la vía del cambio”. El motivo de que haya estado centrado en Iberoamérica se debe según López a dos razones principales: la primera es porque es uno de los ámbitos de estudio de los antropólogos que trabajan en España y la segunda, porque es el ámbito central de la cooperación en Extremadura.
Tres fuentes de reflexión
El curso ha contado con los puntos de vista de agentes sociales, la administración y el mundo académico. El primer día se dio voz a las instituciones regionales. Estuvieron presentes el director del CEXESI, César Chaparro Gómez, y el director de la Agencia Extremeña de Cooperación para el Desarrollo (AEXCID), Ángel Calle Suárez, quien presentó las nuevas líneas de actuación de este organismo. También se contó con la participación de distintos profesores de universidad que en su calidad de antropólogos han hecho trabajo de campo en Latinoamérica, normalmente con población indígena. Es el caso de Cristina Larrea Killinger, profesora de Antropología Social de la Universidad de Barcelona, quien impartió una conferencia sobre los resultados de un estudio etnográfico suyo centrado en la salud ambiental de los pescadores artesanales en la región del Baixo Sul en el Estado de Bahía, Brasil.
Ayer martes fue el turno de los representantes de Acción contra el hambre en Centroamérica y el de Médicos del Mundo (David Conde Caballero). Por la tarde, participaron investigadores académicos que han visto cómo trabajan sobre el terreno distintas agencias de cooperación y cómo son recibidos dichos proyectos por parte de la población indígena, no siempre de buen agrado. La docente Luisa Abad González de la Universidad de Castilla La Mancha, fue la encargada de relatar su experiencia en la Amazonía peruana.
El curso finaliza hoy miércoles con la charla del antropólogo Jorge Moreno Andrés (UNED) y con la proyección del documental “Cooperantes”, que narra el traslado de un pueblo entero indígena de México debido a un hundimiento en su lugar de origen, y cómo esa decisión de una organización de ayuda humanitaria no satisface a los habitantes y provoca una gran desafección en ellos. Para Julián López, uno de los directores de este curso, “a partir de este documental se puede debatir como la intervención y los proyectos de cooperación no pueden fundamentarse solo en condiciones materiales de asistencia sino también en las condiciones ideológicas, sentimentales…la materia y el alma deben estar presentes en todos los proyectos de cooperación”