Entretenimiento y participación, dos tesoros para la puesta en valor del territorio
13/07/2014. Los juegos populares, el teatro en la calle y otras tantas e innumerables actividades artísticas, plásticas o literarias pueden jugar un papel crucial a la hora de enseñar o acercar a vecinos y visitantes diferentes realidades, como las turísticas o patrimoniales, vinculadas con la cultura o la naturaleza. Así se ha puesto de manifiesto en Villanueva de la Serena. Esta localidad ha sido la encargada de acoger, durante tres días, el seminario “Tesoros para la escuela”, una actividad enmarcada en los Cursos Internacionales de Verano, organizados por el Vicerrectorado de Extensión Universitaria de la Universidad de Extremadura.
El responsable de este curso, Eloy Martos, ha explicado que lo que ha pretendido esta cita estival ha sido poner en valor ciertas metodologías activas y lúdicas que suponen un cambio respecto a los modelos tradicionales, donde el consumidor no interactúa.
Hoy en día lo importante es que los ciudadanos no sean sujetos pasivos, sino que formen parte importante de la historia. De esta forma, se consigue que los interesados interioricen y comprendan mejor los mensajes. A partir, como es lógico, de la generación de experiencias en la que se vinculan los juegos del mundo digital con los de toda la vida y al aire libre, se logra un mayor acercamiento, sensibilización, participación y recreación de los diferentes ambientes.
Así, según ha explicado el profesor de la UEx, la tendencia en turismo, por ejemplo, puede pasar por “buscar tesoros oyendo cuentos, con ayuda de gps (geocaching), a través de propuestas plásticas, etc”. De lo que se trata, para el experto, es de abrir el “campo de juego”, pues en su opinión, la cultura tiene sus raíces en muchos ámbitos, y por eso, hay que armonizar la cultura tradicional oral y escrita con el nuevo mundo mediático y digital. “Necesitamos hablar de cultura compleja y de conciliar todos estos niveles de forma ecléctica, tomando lo mejor de cada uno”, ha matizado Martos.
En este sentido, el director de este encuentro ha recordado el enorme potencial que posee esta mezcla de cultura y ocio en ámbitos tan concretos como el de la educación. Se ha puesto de moda el llamado turismo de experiencia, es decir, aquel en que el visitante no sólo ve o contempla, sino que se ve inmerso en el entorno que visita y participa de sus costumbres y de todo lo que es para él nuevo o singular. “Pues, la educación debe provocar algo parecido con nuestros alumnos, exponerles a un cierto shock de nuevas ideas y planteamiento, ya que el entorno lo que busca a menudo es un tipo de consumidor poco interactivo y acrítico”.
Este seminario, que finalizó ayer sábado, ha contado con la participación de investigadores, educadores, artistas, gestores o animadores, entre otros agentes sociales. Todos ellos han debatido, y contado sus experiencias acerca de las actuales tendencias y metodologías con la que la sociedad proyecta su propio legado.