Un curso de verano descubre el potencial musical de Extremadura

Presente y pasado se conjugan para entender qué puede ofrecer la rica variedad de géneros musicales de la región en los ámbitos sociales y educativos

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03/07/2014. La profesora de la Universidad de Extremadura Rosario Guerra Iglesias y el maestro del Instituto El Brocense de Cáceres, Sebastián Díaz Iglesias, dirigen el curso de verano “La música en Extremadura. Teoría, práctica y didáctica” que finaliza hoy en la Facultad de Formación del Profesorado.

El seminario se ha planteado como objetivo mostrar la música que se ha hecho y se hace en la región. En Extremadura, se cultivan la mayor parte de los géneros musicales como el flamenco, el rock, la copla, el folklore… “A nivel individual, han tenido un importante reconocimiento nacional, incluso internacional, músicos de la talla de Esteban Sánchez en música clásica, Porrina de Badajoz en flamenco, Juan Solano en copla o Pablo Guerrero como cantautor, por citar sólo a algunos de ellos” recuerda Díaz.

Durante el curso, los alumnos han participado en audiciones comentadas a partir de música en directo de intérpretes extremeños: Pedro Sánchez Godoy (Perico de la Paula), Pedro Bermejo Plata (Pedro Peralta), Pilar Boyero, Aurelio Gallardo, Óscar Trigoso, Lorenzo González, Bonifacio Sánchez Antón o Paco Martín Moreno. También han conocido las técnicas de tañido de instrumentos de la tradición musical extremeña y los gestos y pasos básicos de las danzas y bailes del folklore regional.

En la actualidad, la música que se hace en Extremadura se caracteriza por su buena calidad y cantidad. Por ejemplo, el grupo de folklore Acetre ha obtenido varios premios nacionales; el joven pianista y compositor Guillermo A. Iriarte disfruta de reconocido prestigio internacional; Miguel de Tena obtuvo el premio Lámpara Minera en el Festival Internacional del Cante de la Las Minas de La Unión o el grupo Extremoduro, un referente en el panorama nacional, entre muchos otros.

No obstante, los profesores del curso se lamentan de su escasa presencia mediática y educativa. “Los propios extremeños no somos conscientes de nuestro potencial musical, de hecho algunos de nuestros músicos son más conocidos y reconocidos fuera de Extremadura que dentro” apunta Sebastián Díaz. A esta situación se suma la falta de políticas de apoyo a la cultura musical. “Por desgracia, pienso que aún nacer y vivir en Extremadura supone un hándicap para el lanzamiento musical fuera de esta comunidad autónoma. Aquí hay grandes músicos, algunos con unas condiciones buenísimas para triunfar, pero hoy por hoy en Extremadura resulta casi imposible vivir de la música” sentencia.

Folklore extremeño

El folklore extremeño presenta una gran riqueza en bailes, danzas e instrumentos. Aunque el baile más representativo es la jota, también se caracteriza por los fandangos, rondeñas, sones, pindongos, perantones, saias, corridiños, etc. En danzas destacan los paloteos, las danzas del cordón, las tablas, los ramos, la bandera…

En cuanto a instrumentos tradicionales, el listado ronda la centena, desde los útiles de cocina (caldero, sartén, tapaderas, cucharas, etc.), al rabel, la gaita extremeña, el tamboril, los panderos, la zambomba, la guitarra, el laúd o la bandurria.

Flamenco y copla

El flamenco es un género esencial en Extremadura, tanto en la provincia de Cáceres, como de Badajoz, no sólo en lo referido al cante y al toque, con intérpretes de reconocido prestigio, sino también por su contribución al mundo de la investigación y la difusión. Algunas de las publicaciones, impresas y en audio, más interesantes del siglo XXI en relación al flamenco, han tenido autorías y colaboración extremeñas.

“Existen cátedras de flamencología ocupadas por extremeños, hay doctores extremeños en esta disciplina, se están organizando festivales de flamenco de gran prestigio…” señalan los directores.

En copla, Rosa Morena destaca entre las intérpretes de gran prestigio del siglo pasado y Pilar Boyero en la actualidad, junto al maestro Solano, “uno de los más ilustres compositores de copla de todos los tiempos” fallecido en 1992.

El valor didáctico

El valor formativo de la música es indudable, pese a que los directores del curso denuncian que la nueva Ley de Educación no lo contempla.

La música se constituye como una de las disciplinas que ayuda en la formación de los niños y jóvenes en todos los niveles, desde la educación en valores, al establecimiento de las posibilidades deseables de ocio, pasando por su contribución al ámbito de la creatividad o del aprendizaje de idiomas.

En este sentido, la música extremeña tiene un valor añadido: su referente identitario. “Esta música nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, a conocer de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde caminamos”.

Los directores del curso concluyen que “nuestra música es muy rica en cantidad, calidad y variedad. Merece la pena conocerla, disfrutarla, utilizarla en educación y contribuir a su difusión dentro y fuera de nuestras fronteras”.