El aprendizaje cooperativo disminuye el acoso escolar

Las técnicas empleadas favorecen actitudes positivas entre los compañeros porque crean relaciones intergrupales positivas y contacto personal y directo en condiciones de igualdad
23/07/2012. Una reciente investigación de la Universidad de Extremadura relaciona la aplicación de técnicas de aprendizaje cooperativo en las aulas con una disminución de la frecuencia de conductas de acoso en los últimos cursos de Educación Primaria. En los cursos de 5º y 6º de primaria es precisamente cuando se producen las primeras manifestaciones de acoso escolar y es, a su vez, el periodo menos estudiado hasta la fecha, concentrándose los estudios principalmente en secundaria.
Según Mª Isabel Polo, profesora de la Facultad de Formación del Profesorado y autora de la tesis sobre aprendizaje cooperativo y acoso escolar en primaria, el aprendizaje cooperativo “favorece actitudes positivas entre los compañeros porque se relacionan más entre ellos”. Son técnicas que plantean un trabajo no sólo grupal sino que “promueven el conocimiento entre los alumnos, las relaciones intergrupales positivas, el contacto personal y directo en condiciones de igualdad” matiza la profesora. Para lograr este tipo de aprendizaje se precisa agrupar a los alumnos en equipos lo más heterogéneos posibles en estatus social, sexo y rendimiento académico, entre otras características a tener en cuenta. La conjunción de niños con diferentes rasgos favorece actitudes de aceptación del otro.
Las conclusiones del estudio publicadas en la revista Infancia y Aprendizaje indican que el aprendizaje cooperativo es una metodología útil para reducir las conductas de acoso en el aula en tres de los factores analizados: agresiones físicas, verbales y de exclusión social. La intervención en aprendizaje cooperativo influye más sobre las agresiones de exclusión social y agresiones verbales que sobre las agresiones físicas. Así, por ejemplo, según los datos del estudio se redujo la frecuencia de conductas como “dejar solos a los demás” y “no dejar participar en actividades y juegos”.
En el estudio, los investigadores de la UEx utilizan una técnica de “rompecabezas”, es decir, ante un tema, el trabajo es distribuido a modo de piezas de un rompecabezas. Cada alumno tiene una pieza del tema y necesita del compañero para completar la tarea, creando una interdependencia en condiciones de igualdad. El estudio subraya que el hecho de dividir la tarea en partes, asignar a cada alumno una de ellas y tener una meta común, provoca que los alumnos dependan estrechamente los unos de los otros si quieren aprender y dominar el tema completo, asegurándose de este modo una responsabilidad individual que aumenta el número de oportunidades de igualar el estatus de los alumnos en el aula.
Esta investigación forma parte del proyecto de investigación de la UEx titulado “Análisis de la convivencia escolar en centros educativos de la Comunidad de Extremadura” iniciado en 2009 en el marco del III Plan Regional de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación de Extremadura. El proyecto surgió a raíz de los informes del Defensor del Pueblo de 1999 y 2006 sobre “Violencia escolar: El maltrato entre iguales en la educación secundaria obligatoria”, con la finalidad de desarrollar un estudio comparativo en la región sobre la situación del acoso escolar en secundaria y en primaria.
El grupo de investigación en Psicología Evolutiva, Social y de la Personalidad (GIPES) está actualmente desarrollando otras técnicas de aprendizaje cooperativo más eficaces y un análisis exhaustivo de las modalidades de agresión. A su vez, pretenden trabajar en el papel de los observadores o testigos que no actúan y proponer modos de intervención y prevención para estos casos.
Acoso entre iguales
El acoso entre iguales o “bullying” genera gran preocupación social. La mayoría de las investigaciones de los distintos países se centran en el ámbito escolar y pretenden en primer lugar llevar a cabo una investigación epidemiológica de la gravedad del fenómeno en cada entorno mediante encuestas y, en segundo lugar, una labor de intervención dirigida hacia todas las personas implicadas (agresor, visita, familiares y escolares).
Según las conclusiones del proyecto de investigación de la UEx sobre la convivencia escolar en centros educativos de Extremadura y, teniendo en cuenta los resultados desde la perspectiva víctima, agresor y observador, en Educación Primaria las conductas más frecuentes corresponden a agresiones verbales (insultos, burlas) y de exclusión social (me ignoran, no me dejan participar), seguidas por una agresión física directa, “pegar”. A un segundo nivel correspondería el resto de las conductas de agresión física indirectas (me esconden o rompen cosas), siendo las agresiones de amenazas, chantajes y acoso sexual las menos frecuentes.